Revista de Inclusión Educativa y Diversidad (RIED), 2025, 3(1) https://ried.website/nuevo/index.php/ried/index 
Carta al editor 
Desarrollar la investigación desde la educación primaria 
Developing research in primary education 
Exequiel Guevara 1,2*; Paulina Cisterna1 
1 Centro de Capacitación e Investigación en Neurociencias (CINEURO). Temuco, Chile. 
2 Departamento de Investigación y Desarrollo Educativo (DIDE). Corporación Educacional 
Niños Felices. Vilcún, Chile. 
*Autor de Correspondencia: Exequiel Guevara, exequiel.gd@gmail.com 
Sr. Editor 
Revista de Inclusión Educativa y Diversidad (RIED) 
Presente 
Estimado Sr. Editor 
Durante las últimas décadas, ha existido un avance exponencial en el desarrollo y afianzamiento de la 
investigación en todos los ámbitos de desempeño del hombre, tanto los relacionados con el avance cien-
tífico-tecnológico, como los que abordan el estudio de la humanidad, las ciencias sociales y la educación. 
Dentro de este último punto, es innegable que el proceso de investigación recae casi exclusivamente en 
las Universidades, centros de investigación, que muchas veces también dependen de alguna Universidad, 
y en los departamentos de investigación de las empresas, ya sea que éstas últimas cuenten con una me-
todología I+D (Investigación y Desarrollo) o I+D+i (Investigación, Desarrollo e Innovación) (Camilli, 
2020; Cárdenas, 2022; James & Agustin, 2017). Lo anterior se debe principalmente a que las instituciones 
mencionadas con anterioridad cuentan con políticas, ya sea internas o reguladas por el Estado, en donde 
se disponen de medios físicos, recursos económicos y capital humano avanzado, definiéndose a este úl-
timo como aquel profesional que posee estudios a nivel de postgrado, ya sea Magíster o Doctorado, que 
le permite plantear problemas y desarrollar sus respectivas soluciones optimizando los procesos en di-
versos contextos, logrando así un impacto positivo en el sistema en el que operan (Correa-Reynaga & 
Morán-Franco, 2022; González & Pedraza, 2021). 
Sin embargo, surge una interrogante ¿Por qué las escuelas básicas no pueden ser partícipes de estos pro-
cesos de investigación? Si lo llevamos al plano práctico, las escuelas poseen el espacio físico, recursos 
económicos y muchas veces capital humano avanzado, ya sea profesores o profesionales asistentes de la 
educación con grado de Magíster o Doctorado trabajando en contacto directo con los estudiantes y la 
comunidad educativa en general (Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación Peruana [FONDEP], 
2014). Es innegable que cada escuela o establecimiento educacional de cualquier nivel, ya sea inicial, 
primaria o secundaria, posee características que las hacen únicas debido principalmente al lugar en donde 
se encuentran inmersas (Falabella, 2016). No es lo mismo trabajar en una escuela rural a una urbana, en 
una uni-docente con 30 alumnos a otra con 30 docentes y más de 500 o 1000 estudiantes. Por eso, si las 
instituciones educativas poseen lo anterior, ¿Por qué no desarrollan sus propios procesos de investigación 
o sistematización de experiencias, con los adecuados análisis y metodologías de investigación?   
Si cada escuela o institución educativa fuera capaz de poseer su propio departamento de investigación, 
probablemente se mejorarían las prácticas educativas de los profesionales que trabajan en educación, ya 
sea docentes u otros profesionales de apoyo, como Psicólogos, Fonoaudiólogos, Terapeutas Ocupacio-
nales, Psicopedagogos y Asistentes Sociales, por mencionar sólo algunos (Barragán, 2022; Cárdenas, 
2022). No obstante, para poder lograr lo anterior, es necesario que se promueva un pensamiento crítico 
en todas las entidades educativas y desde el propio Estado o Ministerio de Educación correspondiente, 
para así dotar a las escuelas de los recursos y capacitaciones necesarias para llevar la investigación a los 
actores involucrados e inmersos en la realidad educativa local, con el fin último de mejorar los procesos 
de enseñanza-aprendizaje de los estudiantes (Barbosa-Chacón et al., 2013; Torres, 2021). Quizás, la ma-
nera de poder instaurar esta nueva modalidad sea implementando centros piloto o compartiendo ciertas 
experiencias exitosas que puedan servir de aliciente para poder lograr este objetivo, descentralizando de 
esta manera el desarrollo de procesos investigativos.