Revista de Inclusión Educativa y Diversidad (RIED) 4 de 17
Revista de Inclusión Educativa y Diversidad (RIED), 2025, 3(2) https://ried.website/nuevo/index.php/ried/index
2019; Thompson, 2017). Asimismo, el trayecto los expone a diversas situaciones de riesgo (a
merced de las bandas) y vulnerabilidad, como el consumo de drogas o la posibilidad de ser
víctimas de robos, explotación o agresiones (Prado, 2022).
La doble condición de menores de edad y extranjeros -y a veces, además, en condición
administrativa irregular- se traduce en variadas necesidades educativas, su transición a la vida
adulta y el respeto por sus derechos individuales (Fernández & Andrade, 2019), una
ambivalencia entre sujetos de derechos y protección especial y, al mismo tiempo, sujetos de
control y expulsión (Machín, 2022). Para Fernández (2019), una forma de discriminación hacia
este grupo de adolescentes sería tratarlos como personas adultas. Esta dualidad genera un
conflicto entre dos enfoques: la lógica de protección que aboga por derechos, frente a la lógica
de extranjería que impone restricciones (Arocas, Castillo & González, 2023). Por otra parte,
Carreño et al (2023) aseguran que la comprensión de las personas migrantes menores de edad
oscila entre identidades opuestas, como víctima o infractora, en medio de la securitización y
el humanitarismo o la caridad. Los Estados deben asumir esta dualidad de autonomía y
derechos y necesidad de su protección (Velásquez-Crespo, 2020), considerando las
implicancias en la salud mental (Quiroga et al., 2023). A menudo los medios de comunicación
presentan a las y los adolescentes migrantes no acompañados de forma estereotipada, como
agresores violentos o víctimas necesarias de ser rescatadas (Gómez et al., 2021; Lems et al.,
2020) o como criminales (Thompson et al., 2019).
Reconocemos que la adolescencia, si bien puede entenderse como un periodo temporal
dentro del ciclo vital, también constituye un fenómeno socialmente construido y, por lo tanto,
sujeto a variaciones según el contexto histórico y cultural (Grace & Roth, 2020; Gaitán, 2023).
En el caso de adolescentes migrantes no acompañados, suele destacarse su condición de
vulnerabilidad, lo que con frecuencia deriva en una visión adultocéntrica que restringe sus
derechos a la mediación adulta, invisibilizando sus capacidades de acción, decisión y
participación. Esta mirada omite las múltiples formas en que estas y estos adolescentes ejercen
agencia en su vida cotidiana, incluyendo prácticas como el uso del humor o las travesuras
como estrategias para alcanzar sus objetivos (Thompson et al., 2017).
En nuestro estudio optamos por reconocer y enfatizar dicha capacidad de agencia
(Allsopp & Chase, 2019; Pavez-Soto, 2023), entendida no como una autonomía absoluta, sino
como una forma de acción situada. Desde la sociología de la infancia, James y Prout (2010)
plantean que niñas, niños y adolescentes son actores sociales cuyas posibilidades de actuar se
configuran en contextos que tanto los restringen como los habilitan. En una línea similar,
Mayall (2009, p. 21) argumenta que los niños son agentes “porque actúan, producen
conocimientos y experiencias, pero la acción infantil tiene un sentido y se desarrolla de modo
distinto a la acción adulta”. Este reconocimiento también encuentra respaldo en el principio de
“autonomía progresiva” recogido en el Artículo N° 5 de la Convención sobre los Derechos del
Niño (1990), que establece que el ejercicio de derechos debe considerar el desarrollo evolutivo
de las y los adolescentes. Así, y considerando que su posición social subordinada incide
directamente en las relaciones de poder que atraviesan sus vidas, la capacidad de agencia
adolescente se desarrolla en un marco que muchas veces es desvalorizado o invisibilizado, y
que representa las características clásicas de una minoría social (Mayall, 2009).
En el caso de las decisiones migratorias, se asocia a los factores sociales y relacionales
que sustentan y configuran (Huijsmans, 2012) y también se ha conceptualizado a la agencia
como la capacidad de participar en las decisiones relacionadas con la migración (White et al.,
2011). El hecho de que los varones se inserten en el mercado laboral informal también
demostraría su agencia y en el caso de las chicas al adoptar estrategias radicales para sortear
la adversidad del viaje igualmente demostraría su agencia (Torres et al., 2019). La capacidad
de agencia debería ser considerada en el proceso de intervención (Thompson, 2017). De
acuerdo con Allsopp & Chase (2019) la transición a la edad adulta sustituye el “interés
superior” por el control migratorio y el retorno forzado, generando diversos desafíos.
La presencia de adolescentes migrantes no acompañados se observa mayormente en el
norte global (Conde-Lacárcel et al., 2020). Europa ha sido receptor de flujos de adolescentes
migrantes no acompañados desde hace décadas, España y Francia se destacan como destinos
privilegiados (Giura & De Felice, 2022) de adolescentes provenientes de países de África
(Floristán & Marimié, 2023), Afganistán (Meloni, 2020) o Siria (Achilli, 2023). En el caso de